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domingo, 16 de noviembre de 2014

¡Maldito Blas de Lezo!


 
Ayer se inauguraba en Madrid un monumento al insigne marino D. Blas de Lezo y Olavarrieta, uno de esos héroes que la desidia y el complejo del español medio por su historia amenazaban con relegar al panteón del olvido. Quien defendió Cartagena de Indias con poco más de tres mil soldados y unos centenares de americanos nativos frente a la mayor armada naval flotada nunca, bien merecía un digno homenaje. Pero, como es habitual en esta España donde hay más tontos que botellines (en este caso con denominación de origen periférica), los nacionalistas de CiU, hipersensibles a las cuestiones históricas hasta el extremo de lo paranoico, abonados vitalicios de la memez, resentidos, ridículos, provincianos y mezquinos, pusieron el grito en el cielo. D. Blas de Lezo, durante la Guerra de Sucesión, había combatido en las filas felipistas y había participado en la batalla naval de Barcelona moliéndole las costillas a la flota anglo-holandesa que navegaba en defensa de los sitiados austracistas. Ya imaginan, los héroes catalanes y esas cosas. Un nuevo e intolerable agravio a Cataluña. Sus cuentos.

Desde esa visión sesgada y miope, circunscrita a las inmediaciones de su ombligo, resulta un ejercicio inútil explicarles que si Cartagena de Indias, llave del comercio colonial, hubiera caído en manos del almirante Vernon, la quiebra del imperio español se habría producido cien años antes y, muy probablemente, el desarrollo económico de la Cataluña del setecientos, basado en buena medida en el comercio americano, no habría tenido lugar. Pero qué puede importar la Historia a unos políticos de terruño, cínicos e indecentes, para los que el conocimiento del pasado es solo una herramienta de propaganda y adoctrinamiento, una vez distorsionada, manipulada y, si es necesario, inventada sin ningún pudor.

Blas de Lezo ya tiene su monumento y, como Vernon tras la batalla, a los nacionalistas solo les queda maldecirlo. Porque si Patapalo se impuso a la mayor potencia naval del momento y ha logrado sobrevivir al olvido de sus paisanos, poco puede importar lo que ahora digan, entre gañidos, un puñado de hijos de la gran puta. ¡Maldito Blas de Lezo!

miércoles, 16 de mayo de 2012


Convocatoria de microrelatos

Ediciones Rubeo promueve la siguiente convocatoria de microrelatos, que se ajustará a las siguientes bases:

-Selección de 100 microrelatos para la edición de un libro.

-Los textos (sin incluir el título) tendrán una extensión mínima de 170 caracteres y un máximo de 200. Tema libre.

-Solo se admitirá un trabajo por autor. Originales e inéditos.

-El plazo de admisión de originales se cierra el 31 de julio.

-Las obras se remitirán en formato Word al correo electrónico edicionesrubeo@yahoo.es indicando en el asunto “convocatoria de microrelatos”. A pie del texto figurarán el nombre o seudónimo y los datos postales del autor, así como su e-mail y su nº de teléfono.

-Podrán participar autores españoles o extranjeros residentes en España.

-Los trabajos quedarán en propiedad de sus respectivos autores. Ediciones Rubeo solo utilizará los textos para la edición del mencionado volumen.

-Los autores podrán adquirir los ejemplares que deseen (no existe obligación de compra) al precio de 6€. Se remitirán al domicilio que el autor señale dentro del territorio nacional sin ningún tipo de gasto adicional.

lunes, 7 de mayo de 2012

En
Heroínas incómodas se reflexiona sobre la pluralidad de experiencias femeninas

durante el proceso de independencia de Hispanoamérica de la

monarquía española: las mujeres lucharon con las armas en la mano, fueron

espías, propagandistas, rabonas... Unas pertenecían a las clases altas y conspiraban

en los salones. Otras procedían del pueblo bajo, con problemáticas

propias como la esclavitud de las negras o la discriminación racial de las

indígenas. Todas asumieron un protagonismo inédito en un mundo efervescente.

Sin embargo, conseguida la libertad, fueron relegadas nuevamente

al espacio doméstico.

jueves, 19 de enero de 2012

Poemas de un tiempo a esta parte

Poemas de un tiempo a esta parte

Cuando un día se nos anuncia, no damos crédito. Pero aún nos sorprende más que la revelación provenga de su boca, que conocemos de antiguo y que tal vez hemos besado solo hace unas horas, cuando el timbre de su voz o sus besos perezosos de la mañana no presagiaban (aunque ya ocultaban y omitían) la comunicación posterior de su sentencia o condena. Pero ese estupor, que nos paraliza cuando la noticia no es esperada ni sospechada, ni imaginada, ni fabulada en lo íntimo siquiera, deja paso enseguida a un dolor desconocido y absoluto, y por ello temible, que nos intimida hasta el extremo y que todo lo inunda y anega en un momento, desarbolándonos y creyendo entonces que moriremos ahogados en él, sin saber que nos queda aún mucho olvido por delante.

Es a menudo mucho tiempo más tarde, una vez hemos sido desplazados o expulsados de su vida y hemos consolidado en nuestra cotidianidad el café en solitario y sabemos ya que cada mañana carece de palabras (‘Hasta luego’, ‘Ten cuidado’, ‘Coge el paraguas’), cuando descubrimos, como el personaje de Faulkner, que hemos elegido la pena a la nada, rendida ya la esperanza, si es que ingenuamente quisimos conservarla (una parte de ella, al menos) con la heroicidad de lo inútil. El tiempo, ya no nos sorprende, sigue avanzando.

Los recuerdos son tormentas que nos agitan y abisman el alma y nos mantienen en vela durante las noches. Y buscamos sosiego o un leve refugio en los libros de poemas que hemos trasladado con nosotros hasta una lejanía física, en un estéril ejercicio por recomponer nuestras vidas, que continúan a nuestro pesar. Cobran entonces los versos una dimensión reveladora (Todo en ti fue naufragio): Nuestras vidas ya se han plasmado antes por palabras de otros. Esas vidas nuestras, grises, opacas, inadvertidas, se resumen en un puñado de poemas escritos de un tiempo a esta parte.
José Antonio Quesada
Publicado en el poemario "De un tiempo a esta parte", de Mª Jesús Campos. Ed. Rubeo

miércoles, 4 de enero de 2012

Reflexiones de un profesor cordobés

Mirad lo que ha escrito un profesor de la Universidad de Córdoba... "Estoy harto. Tan harto que ya no sé si decirlo, escribirlo, gritarlo, o ponerlo con hache intercalada. Harto de que a los andaluces se nos etiquete de vagos, sin criterio, apesebrados, subsidiados o incultos. Harto de que se nos asocie únicamente con el flamenco, la juerga, los toros y el vino. ... Harto de Loperas y musho-beti,......... de cuentachistes, de famosillos de tercera división, de Malayas y ...de Faletes. Harto de ver en las series de televisión los papeles de criada analfabeta o tontito con acento andaluz (¿y ningún presentador de informativo con nuestro acento?). Harto de ver programas de zapping con el patético programa de Juan y Medio mofándose de nuestros ancianos en busca de pareja, dando la imagen de personajes grotescos. Harto de nuestra imagen de sociedad subsidiada, cateta y sin criterio. Cansado de que se menosprecie nuestro acento. Harto de ver andaluces que únicamente triunfan en el programa de Patricia, Gran Hermano y similares. Harto de Jesulín, de Pozi, de Pantojas y Jurados. Harto del risitas, de Romerías del Rocío y Feria de Abril. Harto de la duquesa de Alba (a la que hicieron hija predilecta de esta tierra, tócate los pirindolos) de su hija, de sus hijos, de su yerno y sus trajes de flamenca. Y ahora de su boda. Harto de toreros que se lían con fulanas, del botijo y la pandereta. Harto, cansado, hastiado, aburrido me tienen Ojalá alguna vez los medios se acuerden de los millones de andaluces que se levantan cada mañana para levantar esto, o de nuestros padres y abuelos que emigraron hace décadas a Suiza, Cataluña y País Vasco para trabajar donde nadie quería. Ojalá quien habla de nuestra incultura se acuerde de Séneca, Maimónides, Averroes, Góngora, Bécquer, Alexandre, Lorca, Juan Ramón Jiménez, Machado, Falla, Zambrano, Picasso, Velázquez, Murillo, Alberti, Blas Infante, Carlos Cano, Gala, Luis Rojas Marcos, Sabina… Ojalá se acuerden de que hablamos con acento andaluz abogados, marineros, médicos, albañiles, arquitectos, investigadores de alto nivel, camareros, taxistas, prostitutas, jueces, enfermeras, empresarios, policías, obreros, agricultores; se acuerden de millones de personas que se parten los cuernos cada día, desde Ayamonte hasta el Cabo de Gata, millones de andaluces que siguen haciendo Andalucía más allá de Despeñaperros… Ojalá este post lo leyera mucha, mucha gente. Ojalá diera la vuelta al mundo, aunque me temo que se quedará perdido en el inmenso océano de internet. También podría suceder que este post se expandiera por la red, que los andaluces lo enlazaran a través de facebook, tuenti o twitter, que se difundiera por email y llegara todos los rincones del mundo, eso ya lo dejo en tus manos. Un abrazo. Saludos Prof. Juan José Ruiz Departamento de Química Física y Termodinámica Aplicada Universidad de Córdoba Edificio Marie Curie

viernes, 26 de agosto de 2011

Ferias y fiestas

Este año también he tenido la desgracia de hacer coincidir mi estancia veraniega en mi pueblecito jienense con sus fiestas mayores, que son un coñazo. Estos son días (en concreto, noches) de señores con camisa nueva y parienta del brazo, de niños cargantes y engreídos repeinados por la abuela, y de niñas encursiladas (sic) hasta la extenuación, con sus vestiditos azules y rosas, sus lacitos y todo eso. A estas criaturas hay que sumar la tribu de adolescentes dispuesta a darle a la botella y a lo que se quedó pendiente el año anterior. Vamos, que el santo pueblo invade las calles convertidas en extensas terrazas al aire libre y ocupa hasta la última mesa disponible o, incluso, sin disponer, siempre que por  allí cerca se sirva cerveza. Cuatro días son cuatro días, y hay que presumir de novio, de vestido, y de virgo recién perdido.
Como detesto por una cuestión de principios las aglomeraciones de seres vivos salvo en las aves migratorias, dedico esos días a ocupaciones domésticas y, si es posible, placenteras, y planifico mis salidas a lugares selectos, como la terraza de la única pizzería que existe en el pueblo. Y en horario estratégico: de diez a doce de la noche. Intervalo en el que uno puede decir cosas en el tono conveniente a una prudencial distancia de un oído y escuchar a quien corresponda. Entretanto, mis congéneres pueden elegir dentro del vasto programa de feria la contemplación del tercer equipo de unos bailarines georgianos (bolo apasionante), antes de que alguna orquesta de nombre exótico  reproduzca un año más las mejores piezas universales de la historia de la música y que nunca deben faltar en un baile de verbena que se precie.
Pero como soy un hombre de gustos sencillos, suelo hojear  el programa en busca de eventos culturales. Ni una mala exposición de pintura. No vaya a ser que un exceso de cultura nos vuelva exquisitos e inaguantables. La Sala de Exposiciones que depende, supongo, de la Concejalía de Cultura ha acogido un par de muestras en un año. Hay que dosificarse. En cambio, eso sí, el programa ofrece un par de obras de teatro que, para mi mala suerte, no me motivan. Gurruchaga y Charo López en sendas homilías con pretensiones filosóficas que recogen todos los clichés de la pijoizquierda socialista, y una obrita ligera, de esas en las que se pueda reír el niño y el abuelito al mismo tiempo.
Lo mejor del programa es, en mi modesta opinión, el “saluda” del concejal de la cosa. Una auténtica joya de la literatura en clave de humor, donde la utilización del genérico masculino debe ser un pecado abominable y opta, ya saben, por esa letanía feministoide (otra vez sic) y cursi de pealeños y pealeñas, etc… Y el tío, además, es capaz de insertar una coma cada tres palabras. Impresionante.
El pueblo se llama Peal de Becerro. Pero, por Dios, no vengan en feria. Es insufrible.
JAQ

sábado, 18 de junio de 2011

La insoportable inanidad del nacionalismo

Si la tropa que nos gobierna no hubiera agotado desde hace un tiempo inmemorial su capacidad para sorprenderme, la afirmación de no sé qué consejero del gobierno catalán propugnando la ingesta de vino del priorato y denostando, por exclusión, el de Rioja me habría dejado sumido en la incredulidad. Pero los conozco bien y me consta que su capacidad para decir estupideces es ilimitada. Así que a estas alturas de la vida, esos padres de la patria, barretina calada con aroma de alcanfor y cuenta corriente en Suiza, solo me producen una cierta hilaridad. Del nacionalismo, por definición paleto, miope y acomplejado, no puede esperarse más de lo que esperaba Unamuno de algunos gobiernos de La República: estupidez, estupidez y estupidez.
Si el señor consejero de la cosa estuviese dispuesto a seguir el ejemplo de su prédica –cosa altamente improbable, créanme-, tendría que eliminar tantos alimentos de su dieta –en absoluto equilibrada, créanme también- que tal vez le llevarían a valorar si la vida merecería seguir viviéndola. Su exaltación patriótica le llevaría a comprobar que tendría serias dificultades hasta para conseguir los ingredientes básicos para una razonable paella exclusivamente catalana. Los arrozales del Delta, triste realidad, no producen tanto grano para tanto capullo. Habría que racionarlo (el arroz, no los capullos, que está visto que no corren peligro de extinción entre la casta política del nacionalismo) o comprar el que falta de Extremo Oriente (que es lo que en realidad se hace). Y el jamón de Guijuelo ni probarlo. Eso es cerdo español. Pero supongo que se puede sobrevivir con unos tragos de priorato y un buen espetec de Vic. Aunque yo, está claro, no pienso comprobarlo.
JAQ